martes, 15 de marzo de 2011

Sarkis - La hora de demora más rica de Buenos Aires

Nombre: Sarkis
Tipo: Restaurante
Estilo: Armenia/Arabe
Dirección: Thames 1101, Capital Federal
Teléfono: 4772-4911

Evaluación
Cocina:
Excelente
Ambientación: Muy Buena
Atención: Excelente
Precio: Medio

Ideal para: Un mínimo de 4 personas, amigos y familia.


Hablar de Sarkis es complicado; si tengo que ser sincero van a creer que tengo algún arreglo con ellos. Me encantaría tener algún gancho, algún descuentito, cualquier cosa, de arriba acepto lo que venga, ¡hasta los rayos soy capaz de agarrar de arriba!… pero no, me hacen pagar todo y encima me reclaman que deje propina. Está bien, son gente sensata, se lo merecen. Los mozos son buena onda. ¿Me puedo llevar uno a casa?

Con la biblia gastronómica en la mano, el gorro de cocinero y la palabra de Anthony Bourdain comenzó la evangelización de mi grupo de amigos para ir a comer a Sarkis. La combinación perfecta y el clímax se logró cuando dije “barato”, “rico”, “sabroso” y “barato” (sí, decirlo dos veces suma puntos).

Más allá de tener la suerte de ser amigo de varios sibaritas que confían ciegamente en mis consejos (léase amigos de la secundaria), sabía que este lugar no me iba a traicionar. Porque si bien U.G.A.B. quizás sea un poco más casero y familiar, la estandarización en los platos de Sarkis siempre me deja tranquilo, vaya Miércoles o Sábado, todo siempre tiene el mismo sabor.

Mi primera recomendación es ir, por lo menos, en un grupo de 4 personas. Los platos y las porciones son realmente grandes, y como la variedad de opciones y la calidad es tan buena, da lástima no poder probar, por lo menos, 5 cositas. La segunda recomendación, ir temprano o estar dispuesto a esperar, mucho. Todo Buenos Aires que conoció Sarkís vuelve.

Dependiendo de la época del año hay platos recomendables para probar muy diferentes entre invierno y verano. Entre los más veraniegos no puede faltar el Hummus, esa excelente papilla de bebé hecha a base de garbanzos, tahín, oliva, pimentón y perejil. Hace un mes pasé un par de truquitos en la radio de como hacer uno rápido en casa prestándole especial atención a pelar uno por uno los garbanzos así la textura es más suave.

Otra entrada (como se le puede llegar a decir) veraniega es el Tabule. Una ensalada hecha de trigo burgol, verdeo, perejil, tomate, oliva y limón que me tienta cada vez que paso por esa esquina llena de gente cual sorteo de la carnicería de barrio.

Todo esto siempre vendrá acompañado de una panera con pan árabe (como la versión que nosotros conocemos acá en occidente), siempre calentito. En este punto no tenés que dudar en pedirle una nueva panera, una cerveza, sal o lo que se te ocurra. El mozo, que corren cual Ben Johnson del servicio gastronómico, puede tener la mejor o peor cara, pero siempre acudirá a resolver las necesidades y obtener una buena propina (por su puesto). Pensando que los platos vuelan y la gente en la puerta parece una horda de violentos piqueteros reclamando su lugar en el recinto, estos tipos harán lo que sea para satisfacer a todos.

Los niños envueltos también son una opción para probar ese relleno carnívoro dentro de la hoja de parra. En la foto sólo hay uno porque ya habíamos secuestrado los otros 4; la porción es de las más razonables porque, el resto, viene todo siempre en tamaño XXL.

Siguiendo los platos fríos (o a temperatura ambiente), uno de mis preferidos es el Falafel. Las bolitas de garbanzo y haba procesada, fritas, sobre un repollo fermentado increíble y una salsita secreto de estado como el contenido de la Coca Cola o el Bic Mac, son un plato must para la primer incursión gastronómica en este recinto.

Tampoco puede faltar la empanada de carne y tomate abierta. La cual es rica, suave, fresca. Cual empanada fatay sin dobleces, combinará excelente con una buena cervecita fría. A esta altura los sabores no llegan a saturar nuestras papilas ya que, por más que sea sabrosa, no es tan especiada como uno esperaría. Y este puede ser uno de los puntos más importantes porqué Sarkis triunfó tanto. Hablando con un amigo mío armenio me dijo que la comida de ahí, para él, es desabrida. Capaz lograron encontrarle el punto justo de sabor para que el paladar argentino pueda consumirla sin sentir que sale del restaurante con la boca prendida fuego.

Continuando con platos más calientes, uno de los que más me gustaron, esos platos por los que volverías día tras día, es el Muyatra. Ensalada caliente de trigo burgol, lentejas, crotons, cebolla frita que te gana un lugar en el corazón. Si ya conocés Sarkis pero siempre pedís el fierrito, dale una chance a este plato, no te vas a arrepentir.

La sopa con ravioles abiertos de carne es muy rica. Viene acompañada de un cuenco con yogurt para mezclar a gusto y piacere del comensal. Es recomendable, especialmente en otoño e invierno porque ya nos meterá una linda onda de calor.

Como plato obligatorio, digamos el elegido, irreemplazable, está el Kafta al fierrito completo. Una albóndiga de carne con forma de salchicha, súper especiada, asada con ese sabor especial que le confiere el carbón y los humos de gotas de grasa que envuelven la carne después de caer y quemarse en las brasas, sobre unas rodajas de pan árabe acompañada con cebolla picada fresca y litros de yogurt, no es ni más ni menos que, en mi humilde opinión, el mejor plato que hacen ahí.

Para tener una referencia, 1.79, 70kg, hombre y me cuesta terminar el plato completo, eso sin haber probado entrada ni pensar en comer postre.

Los postres deben de estar en la lista negra de la Sociedad Argentina de Diabetes porque el concentrado de azúcar que tienen bien puede salir hasta en el antidoping de un caballo de carreras.

Sin embargo, eso y un café a la turca, te cierran una noche que no olvidás más.



El Guerrillero Culinario


3 comentarios:

Lotta Tomelilla dijo...

Yo fuí al UGAB y me gustó mucho, así que me agendo éste para ir cuando pueda.

Por cierto, no sé si lo conocés y te recomiendo, el Bistrot de la Alianza Francesa, primer piso. La verdad es que se come muy bien (altamente recomendados los malfattis, el pastel de papas o el risotto). Tiene precios muy accesibles, por ejemplo el menú del día ronda los $30 y monedas, te incluye la bebida, el plato, un postre a elección o un café. La carta es pequeña, pero la verdad te sirven rapidísimo y la comida bien caliente. El lugar es muy bonito también.

Por cierto, si tenés la data de algún lugar copado para ir a almorzar en la zona de microcentro/tribunales, escucho propuestas! ;-)

Unknown dijo...

Pitangus;

Gracias por el Dato, no conozco y voy a ver si me doy una vuelta.

Por el centro me gusta Mineral (se supone que es comida francesa de paso, pero no me parece), es rico a buen precio.

También me gusta el precio de menú de medio día de Empire (de noche sale el triple).

Si querés comer bien y regalado, siempre y cuando no te moleste fumarte un feo ambiente, está La Nueva Rural. Es mi preferido para comer "al paso comida porteña" barata y buena. El tema es que es una cueva a la que, casi nadie entraría jejejejeje. No se si me explico.

Lotta Tomelilla dijo...

Tomo nota! gracias! :-)